Mcdonalización de la cultura
Hace unos meses el filósofo alemán Peter Sloterdijk, una de las voces más importantes del pensamiento contemporáneo, anunciaba que la nuestra (época) no invita a pensar. No hay espacio físico ni conceptual para “pensar”, y asistimos sin quejarnos demasiado a una mcdonalización de la cultura paulatina y degradante que amenaza con corromper todos los campos. “The Irishman”, la codeada película de Martin Scorsese está en el punto de mira no tanto por el fondo sino por la forma del producto; casi cuatro horas de película proyectadas en Netflix, el nuevo cine casero. Ya han llegado las primeras quejas en forma de avalancha. Ahora cada vez se entiende menos el cine como un arte, como una forma de expresión humana, y cada vez más pasa a ser un entretenimiento que, por mucha calidad que tenga, no deja de ser esto; entretenimiento.
En esta misma línea, el filósofo coreano, Byung Chul Han apunta en alguno de sus ensayos como “La sociedad de la transparencia” que vivimos en un mundo atomizado, en donde es imposible profundizar en nada. Es una vacuidad potencialmente peligrosa, porque la cultura pasa a ser un objeto mercantil, un producto más, perdiendo el elemento que lo identifica “per se”. El arte es arte, deja de serlo cuando detrás hay otros argumentos que buscan solo su consumo. El cine, en esencia, es arte. Por eso películas como “Joker”, “Once upon a time in … Hollywood” o “The irishman” son gritos dentro de la poderosa industria cinematográfica. Pero.. ¿estamos preparados?
Una película no es larga o corta, sencillamente, es. Si es buena dura lo que debe durar. El tiempo en el cine jamás es una vara de medir, o no debería serlo, sino que es un elemento indispensable con el que el cineasta juega y moldea su idea. En la época de Netflix y HBO, donde consumimos series como si fueran hamburguesas, nos topamos con una película que “nos obliga a pensar”. No podemos devorarla. E esta es una vida que no espera, solo acelera.
Lo mismo pasa en la literatura, cada vez los libros son más cortos, cada vez se lee más rápido, cada vez hay más pánico al “tochaco”. Es un pánico irracional, promovido por un cambio cultural y social que ya nos ha invadido. Es por eso que reivindico el valor de la cultura que te roba tiempo y te exige un esfuerzo. “The irishman” no es más que cine en una época donde el cine, desgraciadamente, ya no está tan de moda.