Phil Foden en la clase de Guardiola

Albert Blaya Sensat
5 min readSep 2, 2020

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Nacido en Stockport, una localidad situada a apenas 11 kilómetros de Manchester, Phil Foden (2000) tiene esa apariencia aparentemente pueril del niño británico nacido en una zona industrial. Pelo cortado al rape, mirada de carbón, cuerpo grácil, tez blanquecina y un demonio dentro de sí que lo empuja a correr y correr sin parar. Pep Guardiola dijo que Foden era “el mayor talento que he entrenado. El único error es que el entrenador no lo pone cada partido”. Unas declaraciones que, viendo el repertorio de talentos históricos a los que ha entrenado Pep suena más a carta motivacional que a verdad absoluta. Pero Guardiola no mentía; Foden es un talento generacional.

Foden está compuesto de un material sintético, pues es un producto de laboratorio aunado con un talento innato que es imposible de transmitir. A sus 20 años es cada vez más normal verle participar del XI titular, sin ir más lejos jugó ante el Real Madrid la vuelta de los 1/8 de esta Champions League. 23 partidos en Premier -9 como titular- y 5 en Champions League -3 como titular-. En estas dos competiciones, Foden ha participado en 11 goles, unas cifras más que notables viendo quién es el inglés, cómo lo usa Guardiola y el camino que tiene por recorrer.

En el fútbol moderno los jugadores que están naciendo son cada vez más aposicionales, huyendo del molde cerrado y dejándose querer por la infinitud del juego. El entrenador debe detectar el talento y ofrecer un contexto para que brille, desmarcándose de las nomenclaturas clásicas. El fútbol de presiones, de equipos cada vez más agresivos y presionantes, exige que cada demarcación cuente con la suficiente calidad técnica para superar a su par en espacios reducidos. Bien desde el pase o bien desde la conducción. Pocos, muy pocos, son los que cuentan con el combo completo, siendo así armas poderosísimas sobre las que construir sistemas para escapar de la presión del rival. Una vez superada esta presión, ante un bloque bajo, la técnica -aunque Arturo Vidal dijera que pasa a un segundo plano- es lo que marca la diferencia. Ahí, la capcidad para detectar el espacio fecundable, activar la zona correcta y girar sobre el propio eje, son cualidades que van buscadísimas. Y Phil Foden es un compendio de todas ellas.

Foden es, en esencia, un acelerador. Un futbolista que, a caballo entre el interior y el extremo, dota de muchísimo dinamismo el juego de su equipo. Su continuo movimiento no es invasivo, sino facilitador, pues ayuda a sus compañeros a encontrar soluciones ante el posicionamiento del rival. Cuando parte de teórico extremo izquierdo -la posición en la que más ha jugado- al estar jugando a pierna natural, su tendencia es la de abandonar la banda y pisar zonas interiores, sobrecargando el carril central. Ahí, en ese espacio que es realmente complejo, es un futbolista especial. Detecta la zona y siempre responde con una claridad abrumadora. Tiene sensibilidad para girar sobre si mismo, activar el primer pase y/o conducir con el balón pegado.

Como extremo en izquierda siempre detecta la zona en la que hacer daño. Se ofrece constantemente.

En el equipo de Kevin De Bruyne, quién domina el sector diestro del ataque, Foden encuentra más libertad en izquierda, pudiendo pisar zonas interiores y generando superioridad desde su lectura y dominio del espacio/tiempo. Estamos ante un futbolista de cualidades TOP pero que además tiene un motor físico espectacular. Su resistencia, velocidad y agilidad en espacios reducidos son absolutamente dominantes. Sobre todo la agilidad, ya que Foden es un jugador escurridizo, capaz de cambiar de ritmo y tan en permanente movimiento que es una fatiga para el rival el reducir su zona de influencia.

Una de las principales cualidades, que seguro que es lo más valorado por Pep, es la pluralidad que te ofrece Foden. Es un jugador aposicional, pues puede ser extremo en ambas bandas, interior o, como vimos ante el Real Madrid, falso 9. ¿Qué futbolista a sus 20 años es capaz de ser muy bueno en tantos sitios distintos? Sus características se adaptan y, lo mejor, se moldean dependiendo de la posición en la que juegue. Es inteligente y entiende el mensaje del entrenador, y nunca peca de exceso de voluntad por querer el cuero. Entiende su momento. Mucho se debe al meticuloso trabajo de Guardiola, pero hay algo que es innato. Personalmente, disfruto mucho viéndolo en derecha, como falso extremo, pues te ofrece amplitud cuando es necesario y es capaz de mezclar distintas alturas con facilidad. Tiene un buen 1x1, pero no lo usa en exceso. 1,1 regates por partido con más de un 80% de acierto. Cuando quiere regatear, es porque es necesario, y le sale bien.

Como extremo derecho normalmente mantiene abierta su posición. Es agresivo y busca el desequilibrio.

Esa permeabilidad y ductilidad, lo convierten en un futbolista tremendamente sugerente. Permite al entrenador, en cierta medida, adaptar su plan, imponer una hoja de ruta distinta y buscar la ventaja desde distintos ángulos. El fútbol de Foden es panorámico, poliédrico y no por ello menos natural. Juega siempre como si llevara tiempo haciéndolo en la posición que sea aunque esté aprendiendo a hacerlo. Asume conceptos y los traduce con muchísima velocidad. Buena prueba de ello es su partido ante el Real Madrid, sobre todo un primer tiempo en el que su valor fue posicional, no tanto con balón, sino sin él. Y eso, jugando en una posición y un rol tan delicados, es de un valor altísimo.

Foden no escatima ningún esfuerzo a la hora de saltar a la presión

¿Cuál es su techo? En Inglaterra, en la Sub 21, cuando ha jugado lo ha hecho en banda derecha, como teórico extremo, y su zona de influencia ha sido el pico del área. A nivel jerárquico este es el ejemplo a tomar, pues en el City es todavía un futbolista recurso. Su techo dependerá mucho de dónde termine asentándose. ¿Interior alzado, falso extremo? Lo cierto es que tiene gol, pegada y capacidad para condicionar las defensas desde la conducción, es decir que puede amedrentar al rival de distintas formas. Foden se extiende como un papel en blanco, sugerente y que invita al opitmismo exacerbado. Pocos talentos son ya tan maduros y juegan con tanta soltura como él. Esta 20/21 debería tener un espacio en el XI reservado para el joven inglés. Y, en clave Inglaterra, una cosa: Jadon Sancho y Phil Foden.

Soñar nunca fue tan bonito. Foden, ese inglés con pinta de Peaky Blinder nacido en plena revolución industrial, tiene una finura y una habilidad que ya marcan diferencias. La pregunta ya no es tanto cuándo, sino dónde.

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Albert Blaya Sensat
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Written by Albert Blaya Sensat

Periodista. Escribo para sobrevivir. Un poco de todo. Fútbol y lo que se de.

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