Qué tiempos
Arda Turan vuelve al FC Barcelona a ritmo de un golpe de estado votado por los ciudadanos. Hay cosas para las que no estamos preparados, por lo menos yo, quién miro el panorama futbolísticosocial con un escepticismo cada vez más amargo. Mientras jugamos un título nacional en Arabia Saudita, Santiago Abascal llama al ejército a “devolver el orden”. Cada día creo más firmemente que vivimos en una especie de show televisivo orquestado por Ana Rosa Quintana.
El Congreso se ha convertido en una trinchera hostil, con fusiles y granadas al servicio de cada diputado. No van allí a defender a nadie, sino a derribar al otro, enfrentados en una escaramuza vergonzosa. La derecha española es, cada día un poquito más, una versión a color y light de lo que se ha conocido toda la vida como un facha. Pablo Casado ha entendido que al español medio ya no le vale aplicar el 155, sino que necesita “sentir” el odio, vivirlo. Es el único motor que les mueve. Abascal aprovecha cada segundo para escupirlo. Es una pequeña derrota de la democracia que un tipo así esté sentado en el Congreso de los Diputados. Si Tejero hubiese entrado hoy, muchos le hubieran ayudado a disparar. No tengo ninguna duda.
Y mientras, el turco más holgazán del mundo pondrá rumbo al FC Barcelona, otra vez, si no encuentra ningún equipo en el que deslumbrar con su talento. Y tiene pinta que no lo va a encontrar. Tomás Guitarte tiene un poco de Arda Turan. Nadie les daba importancia, y ahora se les deberá proteger. A uno para que no vuelva, y al otro para que haga lo que un diputado debería hacer. Guitarte ha pasado la noche escondido, recordándonos que sí, que la derecha tiene razón y que esto es un golpe de estado. Pero no tengo claro que tengan claro quiénes lo quieren perpetrar. Qué tiempos.
El congreso huele a sala de prensa, a Mourinho vs Pep. La derecha pide el VAR en cada acción, en cada palabra, reclamando un fuera de juego trazado por unas líneas imaginarias, o visibles, pero solo en su óptica retorcida. Tiempos en los que Arda Turan vuelve de dios sabe dónde y para hacer qué, quizás para ser titular y sentar a De Jong. Son unos tiempos que se me escapan y desconozco. No los quiero entender, creo. Guitarte ha pagado caro el precio de priorizar la España Vacía al exterminio nacional. España muere, dirán. No saben que son ellos los que la quieren matar.