Ronald Araújo y lo imposible

Albert Blaya Sensat
6 min readMay 8, 2021

Cuando Ronald Araújo llegó a Barcelona en 2018, el balón iba demasiado rápido. Los rondos, marca del fútbol formativo del FC Barcelona, eran un potro de tortura en el que el uruguayo quedaba postrado constantemente y sus carencias salían a relucir. Algunas veces se preguntaba qué hacía él, un chaval de 1,90, fuerte y rápido, ágil y poderoso, en un espacio que le exigía algo que él nunca se había planteado porque no le había hecho falta. El trato con la pelota no importaba en su etapa previa porque sus piernas eran el mayor aval. Pero aquí no. Sufrió. Después de entrenar con el B, Ronald se quedaba a entrenar con el balón: pases, controles, visión de juego. Había en aquellas horas de trabajo arduo y solitario el secreto que ahora se nos ha revelado. No hay jugador más convencido de sí mismo que el uruguayo, y tampoco ninguno que haga más por convencernos. El suyo es el fútbol de la fe.

Fue en el mes de enero cuando asistimos, atónitos, a la eclosión. Con Gerard Piqué lesionado de gravedad y un Clément Lenglet que era un atajo para el rival hacia el gol, el jovencísimo central uruguayo entendió el delicadísima situación del equipo y actuó en consecuencia, sin que nadie esperase que el central asumiese un peso ya no futbolístico, sino emocional, absolutamente clave. De repente, Araújo competía como si llevase toda la vida en ello, encadenando exhibición tras exhibición en un mes repleto de…

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Albert Blaya Sensat

Periodista. Escribo para sobrevivir. Un poco de todo. Fútbol y lo que se de.