Ter Stegen contra la nostalgia

Albert Blaya Sensat
8 min readApr 16, 2021

Nunca ser portero pareció tan divertido. Nunca podían, de hecho debían, hacer tantas cosas, tan distintas y a la vez imprescindibles. Siempre me costó analizar la figura del portero porque no sabía cómo interpretar esa soledad, esa responsabilidad que hacía completamente imposible no polarizar su figura: héroe o villano. No hay grises para aquel que vive de los errores o los aciertos. Y ahí, en esa vorágine de cambios y de fútbol que avanza de forma rapidísima, está la figura gigantesca de un portero todavía joven que lleva muchos, muchísimos años a un nivel altísimo. El fútbol, que es caprichoso, hace que la mirada se nos pose menos de lo debido sobre aquel que defiende la portería. Marc André Ter Stegen no solo para, sino que juega, levanta, y sostiene.

Gestionar el recuerdo es terrible. De hecho, no se me ocurre nada peor para un jugador hambriento que tener que enfrentarse con la sombra de su antecesor, lidiar con el relato y, sobre todo, con la nostalgia. El Barça perdía talento, se desangraba. La marcha de Valdés, el mejor portero de la historia del club y quizás el jugador que más ejemplificó lo que supuso aquel Barça de Pep, se iba y dejaba un vacío demasiado vasto como para ni siquiera creer que se pudiese rellenar de alguna forma. No solo a nivel jerárquico, sino que Víctor era el agujero negro en el que los males del Barça, sus frustraciones y miedos se colaban sin que el equipo…

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Albert Blaya Sensat

Periodista. Escribo para sobrevivir. Un poco de todo. Fútbol y lo que se de.